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lunes, 22 de abril de 2013

Básicos vitales para M.

Yo sé que M. tomará su propio camino, es así como deseo educarle y es lo que voy a intentar, que sea un chico libre, sensato, con una auto estima alta y con la suficiente responsabilidad como para vivir su vida sin miedo y acorde a sus convicciones, creencias o principios.
Hay una serie de cosas que me encantaría que supiera disfrutar desde ya, cuanto antes. No porque me gusten a mí, o las considere casi como vitales para vivir feliz, sino porque creo que son elementos que le podrán ayudar a ser buena persona, a valorar la vida, a tener unas raíces bien arraigadas al suelo, a su gente, a su hogar, desde donde poder echar a volar.  Muchas son pequeñas cosas, casi sensaciones… pero a mí desde siempre me han hecho feliz.
Algunas de esas cosas: mirar al sol cada mañana; tocar los árboles con las manos, apoyar la espalda contra ellos; tumbarse en el suelo, en la hierba y mirar el cielo; respetar los animales sean como sean; disfrutar de los momentos en casa, entre sus padres, con el ruido de la tele y del tenedor batiendo el huevo para la tortilla de la cena, con la radio de fondo, con el sonido de los coches y de la vida que pasa si la ventana está abierta y es verano; valorar cada libro, tratarlo con cariño y cuidado, meterse en su historia con pasión y sin prejuicios; sentir los cambios de estación, mirar cómo va cambiando la naturaleza a lo largo del año; hablar de primeras a la gente siempre con una sonrisa y ganas de hacerte entender; no mentir con respecto a cómo te sientes en un determinado momento, si se dice con educación nadie se ofende; sentir cómo el sol te calienta, buscar su calor en las piedras cuando ya se ha puesto en las noches de verano; disfrutar de los abuelos siempre, cada momento; valorar las fotos, los momentos que quedaron guardados en ellas; sentir lo que la música nos dice, lo que nos hace sentir; abrir el corazón a la ternura, a lo bonito, no tener miedo a amar o a temer algo…ser sincero con uno mismo; tocar con las manos, manipular lo que le llame la atención y no sea peligroso, experimentar, probar comidas; aprender a amasar, a valorar el pan como alimento de todos; conocer la historia de la gente, de la familia, saber cómo fueron y vivieron sus antepasados, su bisabuelo, la bisabuela Tere… me quedan cosas en el tintero.
Hay tantas pequeñas cosas en la vida que le dan sentido y nos la hacer tan feliz… que me parece fundamental contar con pequeños detalles diarios, estallidos de felicidad y armonía con la naturaleza, con los objetos cotidianos, con las personas, para poder tener armas para combatir el desánimo, las cosas malas, lo injusto, lo que da miedo o lo que le hará infeliz, porque seguro que tendrá que enfrentarse a momentos así a lo largo de su vida. Y qué mejor que tener a mano un puñado de pequeñas cosas que te transmiten paz, que te hablan del lugar que ocupas entre todos los seres vivos…para combatir esos momentos de angustia, de sentirse perdido… y volver a encontrar el camino.

1 comentario:

  1. Comparto al 100% tus deseos para M, creo que de todo lo que podemos querer para un hijo, lo más importante son los recuerdos de una infancia feliz, enseñarles a andar con la cabeza bien alta y saber que su familia no les abandonará nunca. Que todos tus desos se cumplan, M no necesitará nada más.

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